Cada 19 de junio se celebra el Día del Rugbier Argentino en homenaje al histórico triunfo frente a los Springboks en 1965, donde nació el nombre “Los Pumas”. Un emblema del rugby nacional que hoy une generaciones y territorios, desde Ellis Park hasta la Patagonia.
Un grito de identidad: nacen Los Pumas
El 19 de junio de 1965, la historia del rugby argentino cambió para siempre. Fue en el estadio Ellis Park de Johannesburgo, Sudáfrica, donde la selección nacional logró una de las gestas más recordadas: venció por 11 a 6 al combinado de los Emerging Springboks en el inicio de su primera gira internacional.
Aquel partido, que tuvo como figura al wing Marcelo Pascual con tres tries —uno de ellos, una palomita inolvidable—, quedó marcado no solo por el resultado sino por el nacimiento de un nombre que cruzaría generaciones: Los Pumas.
El error que se volvió emblema
La leyenda dice que un periodista sudafricano, al cubrir la hazaña, observó el yaguareté bordado en la camiseta argentina y, al no reconocer al felino autóctono, escribió que era un puma. El nombre quedó grabado en tinta y corazón: desde entonces, el equipo nacional de rugby pasó a ser conocido como “Los Pumas”, sin vuelta atrás.
Esa identidad, nacida en la pasión y el desconcierto, supo reflejar la garra, la entrega y la rebeldía del rugby argentino.
Un homenaje que une generaciones
Recién en 2012, casi medio siglo después de aquel histórico encuentro, Juan Casajús, Marcelo Fajnzyn y Marcelo Mariosa —junto a un rugbier brasileño— impulsaron la creación del Día del Rugbier Argentino. Eligieron, por supuesto, el 19 de junio como símbolo de pertenencia.
La fecha busca reconocer el esfuerzo de miles de jugadores a lo largo y ancho del país, desde los que debutan en infantiles hasta los que siguen empujando desde el scrum de veteranos.
Desde Ellis Park hasta el viento patagónico
Hoy, en cada rincón de la Argentina, se celebra este día. En las grandes capitales y en los clubes del sur profundo, donde el frío y los viajes largos no impiden que la ovalada siga rodando.
En la Patagonia, donde se forja carácter en cada entrenamiento con viento cruzado, el rugby se vive como una escuela de vida. Y en esta fecha, se reconoce a quienes, con humildad y compromiso, siguen sosteniendo ese legado.


