Apuntar con el dedo es fácil. Subir títulos anzuelos para sumar clicks también. Lo difícil —aunque necesario— es buscar la verdad, investigar, esperar los tiempos de los procesos y actuar con ética. Eso es lo que elegimos hacer desde Rompiendo Guindas.
Lo dijimos en nuestro programa del miércoles (queda registro en nuestro canal de YouTube): repudiamos de manera categórica cualquier hecho de violencia que ocurra dentro y fuera de un campo de juego. Conocemos a los clubes, a sus dirigentes y a las familias que todos los días sostienen este deporte con trabajo, responsabilidad y compromiso.
Sin embargo, no somos jueces. Por eso, ante situaciones delicadas, lo que corresponde es prudencia, respeto y celeridad en los ámbitos que corresponden. El Tribunal de Disciplina ya está actuando, los clubes están comprometidos en llegar hasta el final y la Unión tomó intervención directa para esclarecer lo ocurrido y garantizar que se tomen las medidas necesarias.
En este espacio no vas a encontrar acusaciones ligeras ni publicaciones que simplifiquen un hecho complejo en busca de morbo o comparaciones forzadas. Lo que sí vas a encontrar es una convicción firme: el rugby no avala la violencia. Y mucho menos la familia del rugby patagónico que hace casi tres décadas venimos acompañando.
El desafío, entonces, no es solo repudiar, sino también trabajar —dirigentes, entrenadores, jugadores, familias, medios— para que el rugby siga siendo una escuela de valores, donde cada error sirva para aprender y cada situación difícil para crecer como comunidad.
Laura y Vero
Rompiendo Guindas